La iniciativa busca simplificar y modernizar la ordenanza vigente, configurar un marco de desarrollo sustentable, evitar conflictos de convivencia y lograr un ordenamiento urbano acorde al desarrollo futuro de la ciudad. El proyecto fue encargado por el municipio a un grupo de arquitectas de la ciudad y ahora será remitido al Concejo. Fue presentado hoy en un acto que contó con la presencia del intendente Leonardo Raimundo.
En un acto realizado en el auditorio del Complejo Museológico, con la presencia del intendente Leonardo Raimundo, se presentó el proyecto para la modificación de la ordenanza del Uso del Suelo, elaborado a pedido del municipio por un grupo de ocho arquitectas de la ciudad. El nuevo Código Urbano, que sucedería a una normativa del año 1986, ahora será remitido al Concejo Municipal para su tratamiento.
La iniciativa buscó simplificar y modernizar la ordenanza vigente, configurar un marco de desarrollo sustentable, evitar conflictos de convivencia y lograr un ordenamiento urbano acorde al desarrollo de la ciudad con vista a las próximas décadas. Con esas premisas, incluyó nuevos parámetros de zonificación e índices, mediante un trabajo conjunto con la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad que examinó y aprobó los respectivos planos.
“La norma presentaba una necesidad imperiosa de revisión y actualización a partir de los cambios poblacionales, comerciales, culturales, educativos y de movilidad como también de la aparición de nuevas tipologías edilicias. Así surgieron defasajes que se expresan en la morfología de la ciudad y resultaba preocupante en cuanto a la sustentabilidad urbana que la nueva realidad requiere”, explicó el equipo profesional.
Por ello se elaboró una norma que incentiva la implementación de tecnologías sustentables, plantea una nueva zonificación con límites bien definidos, minimiza el desequilibrio entre industria y residencia aclarando los usos conformes e incorpora parámetros urbanísticos que posibilitan un mayor aprovechamiento del suelo. “Sin la necesidad de crecer excesivamente en altura, debían establecerse de forma controlada en sectores urbanos que así lo ameriten, como las avenidas que poseen un ancho mayor, buscando consolidar corredores principales”, señalaron.
Asimismo, el proyecto establece la adecuación de FOS y FOT, la eliminación y el reemplazo de otros parámetros, la definición de usos permitidos en cumplimiento de la ley de Medio Ambiente de la provincia, la categorización de actividades, el respeto a la preservación de áreas verdes y de patrimonio histórico -a las que se han incorporado nuevas- y el estímulo, con indicadores diferenciados, a la edificación de edificios en altura de perímetro libre y semilibre.
Otro punto importante es el incentivo normativo para el desarrollo de edificios sustentables que adopten medidas de eficiencia energética para “reducir el consumo de las energías de los edificios, con la utilización de energías renovables que resuelvan la problemática de la impermeabilización del suelo, aumenten la disponibilidad del espacio verde y aporten oxígeno”, entre otros beneficios.
A su turno, Raimundo destacó el “trabajo impresionante” realizado por las arquitectas. “Desde el municipio tomamos la determinación de hacerlo con el criterio técnico de quienes saben, y llevó tiempo, porque hacer una norma clara lleva tiempo, pero es sinónimo de transparencia a la hora de que se realicen inversiones en la ciudad”.
Además, el mandatario resaltó el “rico intercambio” que se produjo con el equipo técnico de la Municipalidad y los diferentes actores sociales involucrados en el desarrollo urbanístico de la ciudad. “Hubo debate y hubo consenso”, sintetizó.
Finalmente, el jefe del Ejecutivo local aseguró que el “proyecto tiene que ver con una ciudad que se tiene fe a futuro”. “Pese a las dificultades que tiene el mundo, San Lorenzo confía en que seguirá siendo un espacio de trabajo, de inversión, desarrollo y crecimiento para sus familias”, concluyó.
El trabajo, ejecutado con base en un convenio entre el municipio y el Colegio de Arquitectos, estuvo a cargo de las arquitectas Mirta Álvez, Verónica André, Claudia Pereyra, Verónica Tamagno, María Silvia Sapei, Cintia Serrani y María Gabriela García, quienes participaron de capacitaciones y posgrados relacionados con el trabajo territorial y la planificación urbana.