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La Municipalidad entregó raíces de kiri, árbol de vital contribución en la lucha contra el cambio climático

La entrega de los esquejes se realizó en el Espacio Coworking, con la presencia del intendente Leonardo Raimundo. Cada ejemplar absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra especie y puede purificar suelos infértiles. El proyecto fue planteado y electo en el marco del Presupuesto Participativo.

Este miércoles, en el Espacio Coworking, la Municipalidad de San Lorenzo entregó a vecinos de la ciudad esquejes de kiri, árbol que por sus características realiza una contribución vital a la lucha contra el cambio climático. Estuvieron presentes el intendente Leonardo Raimundo y la ingeniera María Elena D’Abate, de la Subsecretaría de Promoción del Medio Ambiente.

El proyecto fue planteado por la asociación civil Alma Latinoamericana y luego votado por vecinos de la ciudad en el Presupuesto Participativo. El objetivo es que cada ciudadano pueda compensar su huella de carbono (indicador de la emisión total de gases de efecto invernadero), en línea con el programa Compensá tu huella, del área municipal.

Las personas que recibieron las raíces formarán parte de un grupo de Whatsapp en el que personal de Medio Ambiente brindará asesoramiento y hará un seguimiento sobre el desarrollo y los cuidados del árbol, que puede ser plantado tanto en patios como en veredas. A partir de ello, la Municipalidad realizará un trabajo de trazabilidad e incorporará los ejemplares al registro de la masa arbórea de la ciudad, que constará en el Inventario de Gases de Efecto Invernadero.

Kiri, el árbol total contra el calentamiento global
El kiri, conocido como árbol Emperatriz o Paulownia tormentosa, es originario de China. Gracias a sus características, es de gran ayuda contra el calentamiento global, la contaminación y la desertificación del planeta, ya que un ejemplar absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra especie y puede purificar suelos infértiles.

A fines de los años 70 se iniciaron trabajos de mejora genética que permitieron diseñar un nuevo híbrido. De este modo se mejoró notablemente su resistencia a plagas y enfermedades, así como su capacidad para no modificar el entorno y no afectar a otras especies con las que convive.

Es un árbol de un porte imponente por su belleza, similar al jacarandá, con hojas muy grandes y una altura que puede alcanzar los 30 metros.