Estuvo acompañado por el secretario de Coordinación, Esteban Aricó, y los concejales Gustavo Oggero y Andrea Soria. Con la instalación de un cerco perimetral para proteger la integridad de los chicas y chicas que sufren el trastorno, se concretó la primera parte del proyecto de adaptación. En etapas posteriores se emplazarán juegos interactivos horizontales y verticales, circuitos con estímulos sensoriales, desniveles lúdicos, pisos y bancos.
El intendente Leonardo Raimundo visitó ayer la Plaza de los Ypfianos, ubicada en la esquina de Uriburu y José Ingenieros, donde finalizó la primera etapa para adaptarla a las necesidades de los chicos y chicas con autismo. Lo acompañaron el secretario de Coordinación General, Esteban Aricó; el concejal Gustavo Oggero y la concejala Andrea Soria.
Días atrás se colocó en el espacio un cerco perimetral para proteger la integridad física de los niños, que por su afección suelen emprender huidas intempestivas. En etapas posteriores se instalarán juegos interactivos horizontales y verticales, circuitos con estímulos sensoriales, desniveles lúdicos, pisos y bancos.
La iniciativa surgió por el pedido de una mamá al intendente, que de inmediato trasladó la solicitud a Obras Públicas. Luego de un par de reuniones en las que se consensuó la diagramación del proyecto con madres de niños que sufren el trastorno, el primer mandatario local y el secretario de Obras y Servicios Públicos, Leonardo Seoane, les presentaron el diseño en septiembre del año pasado.
“Hemos transformado todos los espacios públicos de San Lorenzo y progresamos mucho en materia de accesibilidad e inclusión. Estamos muy contentos con el avance de este proyecto pensado para los chicos autistas, porque asumimos el compromiso de que todos los niños, independientemente de su condición, puedan ejercer su derecho a jugar”, expresó el primer mandatario local.
Tras el primer encuentro, Melania Tonello, madre de un nene con el trastorno, destacó que será un gran aporte para los chicos pero también para sus familias: “San Lorenzo tiene muchas plazas hermosas, pero quienes acompañamos a los chicos, por su seguridad, no las podemos disfrutar de la forma que nos gustaría. El sólo hecho de pensar que en poco tiempo podremos hacerlo, nos llena de satisfacción”.