Skip to main content
Sin categoría

Conmemoraron el 166º aniversario del Segundo Combate de San Lorenzo

El Intendente Raimundo y funcionarios de su gabinete homenajearon la gesta patriótica del General Mansilla ante la escuadra anglofrancesa.

El Intendente Leonardo Raimundo encabezó hoy a la mañana en el Campo de la Gloria el acto conmemorativo del 166º aniversario de la Segunda Batalla de San Lorenzo. Se hicieron presentes además, funcionarios del gabinete municipal, medios de prensa y vecinos de la ciudad.

La ceremonia comenzó con el izamiento de la bandera nacional y prosiguió con la alocución del Segundo Jefe del Batallón de Arsenales 603, Teniente General Mariano Enrique Bravo. El militar destacó la exitosa gestión del municipio para que el Ejército Nacional le restaure y provea dos antiguos cañones que serán colocados en el espacio recordatorio de la gesta patriótica emplazado a la vera del Río Paraná.

A continuación, el Padre Ángel Gaite dedicó una bendición a la memoria de los caídos en combate y le cedió la palabra al Intendente, quien destacó la importancia de este olvidado episodio histórico y ensayó una reseña de la batalla basada en los trabajos de Roberto Biraghi.

Parafraseando al historiador sanlorencino, Raimundo expresó: “Qué pocos, qué infinitamente pocos saben que en San Lorenzo se produjo un histórico segundo combate” y a continuación destacó la figura histórica del General Mansilla.

“Mansilla jamás se olvidó de que el destino lo había llevado a luchar por la patria en el mismo lugar que regó con su sangre el General San Martín. Así lo escribió él y no es una mera figura retórica porque el Capitán en su rodada, sufrió importantes heridas en su rostro de donde manó abundante sangre”.

Por último, Raimundo volvió a subrayar la trascendencia histórica de “la primera resistencia armada exitosa contra el extranjero después del combate de 1813”.

“En el atardecer de aquel 16 de enero, tal vez más rojo que nunca por la sangre crepuscular, los escasos habitantes del paraje San Lorenzo sintieron en sus corazones prefigurar la soberanía que tan sólo intuían pero no llegaban a comprender del todo. Ahora en el fuego de la lucha, había Patria, Patría concreta y real”, culminó el primer mandatario local.

Un repaso por la historia.

El mediodía del 16 de enero de 1846 aparecieron frente a las costas de San Lorenzo las naves insignia de la flota anglofrancesa que encabezaban a cincuenta de sus barcos mercantes. Venían altivos y triunfantes tras batir a las tropas argentinas en la Vuelta de Obligado e ignoraban que las unidades nacionales les estaban tendiendo una emboscada, esperándolos en distintos lugares de la costa.

Al llegar a nuestra zona, el Gordon y el Expeditive anglofranceses disparan en estas costas con la intención de descubrir las defensas nacionales. Pero su jefe, Lucio Mansilla, les pide que se queden quietos soportando el bombardeo para no delatar la posición, y permanecen mudas e inmóviles ante el ataque.

Entonces, los invasores creen contar con paso libre y disponen que el comboy continúe su marcha aguas arriba. Los cincuenta barcos enemigos contaban con un poder de fuego impresionante. Las dos potencias mundiales más fuertes del momento se enfrentaban a la débil Confederación Argentina que ni siquiera tenía todavía una Constitución, un gobierno centralizado y mucho menos fuerzas armadas organizadas en un sentido moderno.

Sin embargo, cuando cruzan a la altura del Campo de la Gloria se eleva de pronto la bandera argentina y los cañones criollos rompen fuego. Fue tan certero el ataque, que los daños a los invasores fueron importantísimos. El combate duró cuatro horas. Los anglofranceses perdieron cincuenta hombres y, favorecidos por el viento, lograron escapar y llegar hasta la punta del Quebracho.

Allí, Mansilla reconcentra sus tropas y los vuelve a atacar. Varios meses después en Punta Quebracho se concretaría el triunfo definitivo de las fuerzas argentinas y el final de la expedición colonialista de la escuadra anglofrancesa.