Las dos fases previas se basaron, en primer término, en la constatación de la exigüidad por parte de los inspectores municipales que luego -de acuerdo al ancho de las veredas y a la altura del cableado público -entre otros factores- determinaron la colocación de la especie adecuada. Posteriormente, se realizó un trabajo “puerta a puerta” que apuntó a convencer a los frentistas acerca de la necesidad del plantado y a obtener su compromiso sobre el cuidado y el riego del árbol.
“Dentro de la gama seleccionada por el inspector se le dio a elegir al vecino sobre determinados árboles, ya que su pertinencia depende de la altura que tengan los cables, al ancho de vereda y a criterios paisajísticos. Una vez que el vecino opta por un determinado tipo de árbol, comienza la tercera etapa, que es la plantación”, puntualizó el Secretario de Obras Públicas del Municipio, Leonardo Seoane.
La política de forestación municipal comenzó en 2010 y en sus dos campañas anteriores aportó dos mil nuevos árboles a doce barrios de la ciudad. El año próximo las tareas continuarán en Mitre, Villa Felisa e Islas Malvinas, y si -como está previsto- la iniciativa encuentra continuidad hasta el año 2017, se habrán incorporado diez mil nuevos ejemplares al patrimonio arbóreo de San Lorenzo.
Por otra parte, desde las áreas de Obras Públicas y Medio Ambiente se está comprometiendo a las empresas a instalar barreras forestales, acción que ha sumado a la ciudad otros mil árboles.
La forestación en zonas urbanas presenta múltiples beneficios, tales como el vital aporte de oxígeno, la disminución de ruidos contaminantes, la baja de temperaturas en verano y el notorio embellecimiento del espacio público.
