Emprendedores, artesanos, revendedores, gastronómicos e instituciones de bien público conformaron una oferta de alrededor de 250 stands con diversos productos. La masividad del evento redundó en trabajo para centenares de familias sanlorencinas.
Por su impactante masividad y por haber tenido como sede el espacio público más grande y emblemático de San Lorenzo, el festival folclórico puso en el centro de la escena la extensa red de trabajo desarrollada entre la Municipalidad, feriantes e instituciones locales. Desde la Subsecretaría de la Producción estimaron que la feria y los buffets contaron con el trabajo de casi mil personas, en su enorme mayoría de San Lorenzo.
“Un canto a la libertad” reunió a 150 artesanos y revendedores, junto a otros 100 puestos de comida que incluyeron a instituciones locales de bien público. El carácter multitudinario del evento, que sólo el domingo reunió a 50 mil personas, tuvo su correlato en la intensa actividad que presentaron los 250 stands instalados en el Campo de la Gloria.
En el ala norte del ingreso al Campo de la Gloria por Sargento Cabral se ubicaron los stands de productores y artesanos y del lado sur, los correspondientes a revendedores. La oferta incluyó una innumerable cantidad de artículos, como artesanías en vidrio y madera, tejidos, bijouterie, plantas, cuchillos, imanes, remeras, libros, ollas, perfumes, peluches, carteras, juguetes y juegos didácticos, entre otros.
Cabe señalar que los emprendedores sanlorencinos cuentan con el acompañamiento permanente de la Subsecretaría de la Producción de la Municipalidad, que les brinda cursos gratuitos de capacitación para optimizar la comercialización de sus productos.
Por otra parte fue movido el trabajo de los puestos de comidas y bebidas, a cargo de referentes del rubro en la ciudad y también de entidades locales de bien público que destinarán la recaudación a acciones de fortalecimiento institucional. Durante las tres jornadas estuvieron presentes los Bomberos Voluntarios, Impulsa, Tirando Paredes, Escuelita de Fútbol, Escuela de Amor, Enjoy, el Club Libertad y la Academia Lorenzi.
En este rubro también la presencia del Estado local es permanente, ya que a través de Assal capacita a los gastronómicos en la manipulación segura de alimentos.