Entre las medidas, decidió la eliminación de subsecretarías y la reducción de gastos en actos protocolares, empezando por el de asunción de mandato. A la vez aseguró el pago de los salarios y la prestación de servicios.
El intendente Leonardo Raimundo tomó una serie de medidas de austeridad para atenuar el impacto que provoca la difícil situación económica en el país, que a su vez genera una gran incertidumbre con vistas al futuro inmediato.
“Es necesario, a través de políticas de sobriedad y austeridad, mantener incólume el pago de los salarios de los trabajadores y la prestación de los servicios públicos esenciales que brinda el municipio, poniendo acento en lo sanitario, lo social, lo asistencial, lo alimentario, el apoyo al emprendedurismo, lo educativo y la niñez”, expresó el intendente entre los considerandos del decreto 1163 que lleva su firma.
Asimismo hizo referencia a que “las recientes medidas de reducción impositiva en materia de IVA y Ganancias determinaron una baja en la coparticipación de impuestos, lo que impacta en los ingresos fiscales de cada municipio”.
En ese sentido, en primer lugar dispuso “la eliminación o reducción a su mínimo posible de toda erogación en actos protocolares de la Municipalidad (comenzando por el propio acto de asunción del intendente municipal) y de todo gasto de cortesía y homenaje correspondiente a Ceremonial y Protocolo”.
También apuntó Raimundo que en el plano nacional “el presidente electo realizó anuncios relativos a recortes en transferencias y obras públicas a municipios” y que anunció “medidas de austeridad a aplicar a la brevedad”. Lo mismo que el gobernador electo Maximiliano Pullaro, quien hizo saber que “asume su gestión con un importante déficit, lo que conllevan medidas de austeridad del gasto que han de ser también asumidas indirectamente por los municipios”.
En ese contexto, el intendente dispuso “la reducción a su mínimo posible de toda erogación vinculada a actos públicos o efemérides municipales, los que se realizarán extremando el ahorro de gastos”. Y a la vez, “la reducción de gastos relativos a eventos públicos recreativos, propiciándose en su caso la contratación de artistas locales o regionales”.
Por último, determinó “la reducción o fusión de subsecretarías (mediante los actos administrativos pertinentes) y el estricto control de las erogaciones de las mismas”.
