Se subastaron treinta y cuatro lotes, entre los que se contaron barredoras, tractores, camiones, pick-up, automotores y motocicletas de propiedad municipal. Del remate, participaron más de cien personas de diferentes puntos del país.
El Municipio de San Lorenzo, a través de su Secretaría de Coordinación llevó a cabo ayer en la planta hormigonera una subasta de chatarra mediante la cual se recaudaron 180.580 pesos. De ese monto, 36 mil ya fueron percibidos y el diez por ciento de ese total fue abonado a los martilleros intervinientes.
Del remate participaron alrededor de cien personas provenientes de Entre Ríos, Mendoza y Santa Fe, entre otros puntos del país, y fueron subastados treinta y cuatro lotes, entre los que se contaron barredoras, desmalezadoras, palas frontales, tractores, camiones, pick-up, automotores y motovehículos de propiedad municipal.
El Secretario de Coordinación, Esteban Aricó, se mostró sumamente satisfecho con los resultados de la compraventa y destacó los “múltiples beneficios” que presentan este tipo de operaciones.
La subasta de chatarra municipal tiene múltiples implicancias positivas, desde el punto de vista económico –ya que el reciclaje de chatarra reduce en un 90% el uso de minerales vírgenes y se genera un 74% de ahorro de energía en procesos de producción- y en materia ambiental, en virtud de que se produce una importante disminución de la contaminación, al mermar en un 88% las emanaciones a la atmósfera y en un 76% la contaminación del agua.
En lo referente a la administración, indicó el funcionario, se genera la descongestión de la planta hormigonera, creando mejores condiciones de trabajo para el servicio a la comunidad.
“Se ha marcado un gran cambio en cuanto a la disposición final de estos bienes, pues de estar en estado de abandono hace 45 años, se pasa a venderlos en subasta pública por medio de un procedimiento con la intervención de martilleros públicos sorteados por el colegio pertinente y un escribano público que dará fe pública del procedimiento”, expresó el funcionario.
